Hola amig@s,
me he dado cuenta de que los nervios que surcan mi cuerpo impiden que descanse ni un solo momento, siempre tengo en mente algo que hacer, algún proyecto nuevo, una idea que ronda mi cabeza y eso me hace intentar aprender, descubrir y lanzarme ha hacer cosas diferentes.
Hoy con esta labor que os voy a enseñar le hago un guiño a mi abuelita Aurelia, a quien le encantaba hacer ganchillo. Ella siempre tenía alguna labor en las manos, un mantel, una colcha, un tapete. Cuando pienso en ella siempre me acude la misma imagen, la veo sentada en su sillón haciendo ganchillo.
El año pasado aprendí los tres puntos básicos de ganchillo y me lance ha hacer una bufanda, no os la enseño porque es horrorosa, ahora me doy cuenta de que fue un entrenamiento para poder hacer puntos bien hechos, ni muy apretados, ni muy sueltos, saber contarlos...
El otro día compré una madeja de trapillo y siguiendo las instrucciones de mi madre (gran entendida en estos lares) conseguí hacer estas cestillas. Son muy fáciles y rápidas de hacer, y hay un montón de vídeos-tutoriales en Internet que os indican los pasos a seguir. Yo las voy a utilizar para guardar mis madejas de hilo y lanas aunque quedarían preciosas en un tocador para guardar nuestros collares y colgantes.
La blanca es para regalársela a mi cuñada Ana que cuando le enseñe la rosita le encantó, así que para ella.
Ahora estoy intentando hacer un monedero de ganchillo, aunque se me está resistiendo... pero yo no desisto, he perdido la cuenta de las veces que lo he desecho pero no voy a abandonar, os mantendré informadas!!!
Besos amigas!
¡muy monas y útiles! un abrazo
ResponderEliminarGracias!
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